
Una voz con silencios: Nadine Gordimer
Se protesta antes que lo primero y no tiene importancia. De nacionalidades se habla mucho y tiene poco que ver. Hay quienes se han proclamado sin tierra, nadie los vio nacer y por eso, nadie los ve morir. Al final, el discurso de un artista trasciende espacio, tiempos, lenguas, condiciones, etcétera.
No importa qué tan lejos haya surgido una figura que, en esencia, habló por los que no saben pronunciar palabra alguna porque le temen al sonido y a la música. Son aquellas palabras que no necesitan definición y mucho menos una explicación; me refiero a esas que nacen de todas las cosas: libertad, amor, justicia…
Nadine Gordimer nació en Sudáfrica en 1923. Es un lugar tan lejano que nos parece desconocido, y es ese misterio el que nos acerca. Crimen y odio, pobreza y crueldad, injusticia y represión, y el miedo, es el que enloda la tierra de sangre y silencio.

Gordimer se convirtió en la literata tenaz y crítica. Hablaba de puras verdades, pues sabía que una mentira disfrazada terminaría por mancillar el terreno que sus pies bien conocían y, peor aún, el terreno de su alma.
A más de uno, y sin intentar ser la constante, los años no les bastaron; 90 para ser exactos. Hay tantos a quien escuchar, tanto que repetir, tanto que decir.
Al escuchar la palabra apartheid (segregación racial) es común hacer referencia a la denominada “Gran Dama de la Literatura Sudafricana”. Junto con Nelson Mandela ofreció más que su pluma, todo su espíritu, para abolir injusticias y demencias; fue con valentía y valor que durante más de 50 años, escribió lo que ya había observado, sin vacilar, sin temor.

A pesar de las tragedias, nunca perdió la capacidad de sorprenderse, de descubrir un mundo dentro de otro mundo; es por eso que su importancia interviene con nosotros. Porque era una verdadera artista, escritora, combatiente de causas que muchos encontraríamos perdidas.
Escritora, novelista, ensayista, héroe, fue ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1991 (unos años después de que Octavio Paz lo recibiera), también fue galardonada con el Premio Booker en 1974 por su novela El conservador. Su trabajo literario ha sido traducido a más de 20 idiomas
Entre sus obras más destacadas se encuentran: La hija de Burger (1979), La suave voz de la serpiente (1956), Ocasión para amar (1963), El conservador (1974), Ningún lugar semejante (1978), The Lying days (1953, año de publicación de su primer novela), entre otras.
Faltan las palabras para describir a una de las mujeres que hizo del arte una lucha, una idea de vida, una voz, esperanza, y un silencio justificado, necesario. La lucha de Nadine aún no se termina, y está lejos de cesar; sin embargo, su literatura representa uno de los avances más grandes en contra de la injusticia social, no sólo en su país, sino en todas partes.
Gracias por interpretar el silencio de quién lo está diciendo todo
Originally posted 2014-07-17 01:07:26. Republished by Blog Post Promoter