
Renovarse o morir: montañas rusas tradicionales se extinguen
Euforia, alegría, entusiasmo, nervios e incluso miedo. Paso a paso, las emociones crecen y se mezclan entre sí al ver cómo la fila, que antes era enorme, disminuye y sólo faltan unos cuantos minutos para dar un recorrido a varios metros de altura en lo que para algunos pasajeros resulta un terror y otros tantos consideran una maravilla. Los gritos suenan cada vez más cerca y de pronto se escucha un rugido ensordecedor, entonces se visualizan rostros con diversas expresiones, las cuales suelen ser indescriptibles; sin embargo, dichos gestos comunican una idea general: las montañas rusas son una experiencia única e imperdible.
Capaces de provocar las emociones más fuertes y de poner la adrenalina a todo lo que da, las montañas rusas han sido la atracción principal de las ferias desde su invención en el siglo XIX, cuando se construyeron los primeros juegos de este tipo. Las estructuras que reinaban los parques de diversiones de esa época eran muy simples, pues sólo contaban con una vía elevada a varios metros de altura, la cual marcaba una ruta curva con algunas caídas pronunciadas; sin embargo, estas construcciones han evolucionado con el paso del tiempo, de tal manera que en la actualidad resulta más impactante subir a una monstruosa torre de múltiples giros y pendientes que a una montaña tradicional.

Hace unos días, el parque de diversiones Six Flags México despidió a una de sus principales atracciones: Medusa, montaña rusa de madera que destacaba entre los juegos preferidos de los visitantes; sin embargo, según declaraciones del gerente de relaciones públicas del recinto, Roberto Báez, al diario El Financiero, la empresa está buscando innovar y por eso decidió ceder el espacio de dicho juego a “una nueva sorpresa”, comentó.
La jubilación de Medusa se anunció apenas un par de meses después de que el parque inaugurara The Joker, atracción mecánica inspirada en la locura de uno de los principales villanos del comic Batman; por la cercanía de ambos hechos, se deduce que Six Flags se encuentra en una etapa de renovación en la cual ya no se busca que el público se reencuentre con su juego favorito o asista para conocer las montañas que se consolidaron como referentes del recinto, sino que ahora apuesta por sorprender con la construcción de estructuras aparatosas, más altas, más complicadas y basadas en conceptos, historias o personajes para hacer más espectacular su ambientación y así llamar aún más la atención de los visitantes.

La renovación de los parques de diversiones es un acierto desde el punto de vista económico; también resulta emocionante para los visitantes, sobre todo para aquellos amantes de los juegos mecánicos; sin embargo, esta situación pone en peligro de extinción a las montañas rusas clásicas, construidas con madera y denominadas Woodies, de las cuales cada vez hay menos debido a que tal material no permite elaborar atracciones tan grandes ni con tantas vueltas o caídas como lo marca la nueva tendencia en este tipo de estructuras.
Claro que esto no es motivo para dramatizar, pues el cese de construcciones de juegos de madera también beneficia al medio ambiente; sin embargo, el tema se torna nostálgico, debido a que en este asunto, como en muchos otros, lo tradicional pierde terreno a manos de la rentabilidad.

En el caso de las Woodies, cabe mencionar que, según el sitio web Roller Coster Data Base (www.rcdb.com), en México sólo existían dos: Medusa y la Montaña Rusa de la Feria de Chapultepec Mágico; ahora sólo queda esta última y, por tanto, cobrará importancia por ser la única representante de los juegos mecánicos tradicionales en el país; así mismo, desde la perspectiva arquitectónica, podría considerarse su estructura como una pieza digna de admiración y conservación, pues en este contexto, sería muy raro retornar a las construcciones de este estilo.
La Montaña Rusa de la Feria de Chapultepec Mágico comenzó a operar en 1964 y sus dimensiones son extremas, pues tiene una altura de 33,5 metros, una longitud de 1,219,2 metros; cabe mencionar que su caída es de 24, 4 metros, según www.rcdb.com
Renovarse o morir, es una de las leyes de la vida; sin embargo, la memoria es enorme y en ella quedará el recuerdo de la adrenalina que se disparaba en el cuerpo de quienes alguna vez dieron un paseo por la mitológica cabellera de Medusa, recreada por esta montaña de 32 metros de alto y 955,8 metros de longitud, dimensiones tan extraordinarias como las emociones que provocó durante sus 13 años de funcionamiento (2000-2013).
Originally posted 2013-08-29 16:54:39. Republished by Blog Post Promoter