
Louboutin: la moda, un chispazo y el arte
Siempre he considerado que la moda es un arte. Es una expresión y reinterpretación sutil de infinidad de elementos, épocas, profesiones, entre muchas otras fuentes de inspiración que los diseñadores, y por supuesto cada una de las personas, llevan a cabo. Creo que muchas de esas reinterpretaciones, con el sello de cada diseñador, o cada persona, se dan por esa búsqueda que cada individuo está constantemente viviendo. Nadie siente lo mismo, ni ve lo mismo en el mismo instante. Por ello, son el resultado de una serie de factores, algo de técnica y trabajo y en gran parte un chispazo de creatividad que ninguna otra persona pudo haber tenido por lo aleatorios que son los factores que se conjuntaron. Precisamente ese chispazo es el que considero que lo hace algo especial, para mi, un arte.
Un ejemplo de lo anterior mencionado es el sello característico de ciertos zapatos con un gran prestigio mundial: los Louboutins. Estos, que llevan el nombre de su creador, consolidaron su distinción por una de esas búsquedas que derivó en el ‘chispazo’. Hace más de 20 años, en 1992, Christian Louboutin estaba diseñando el modelo ‘Pensée’, inspirado en AndyWarhol y el movimiento del Pop Art, sin embargo, su prototipo no lo hacía sentir satisfecho del todo y al ver que su asistente se pintaba las uñas con un esmalte rojo lo tomó y completó su prototipo. Fue justo ese detalle el que afirmó el estilo de cualquier Louboutin.
Ahora, Christian Louboutin lanza una nueva línea: Beauté. En la que busca regresarle al esmalte de uñas lo que sus suelas tomaron hace mucho. Y ello lo quiere realizar al ofrecer al público ‘verdaderos objetos de arte’, pues en cada pieza plasma su esencia: la fórmula del esmalte tiene ingredientes de la más alta calidad, los colores que ha decidido ofrecer son emblemáticos y el envase hace parecer al esmalte estar en un cristal encapsulado, y la punta de su tapa evoca a su icónica Ballerina Ultima: alta y estilizada.
Los ‘Noirs’
Los ‘Pops’
Los ‘Nudes’
Y el color emblemático de la firma y la colección: Le Rouge.
El desarrollo de este tipo de conceptos es lo que me fascina de los trabajos de los diseñadores, pues todo tiene una razón, un origen, una inspiración. Por ello, como cualquier obra de arte, si no se toma el tiempo de ver un contexto, aquello que provocó el ‘chispazo’ parece burdo y, en ocasiones, ridículo. El detalle está en saber mirar y saber imprimirle el sello propio.
Originally posted 2014-08-15 12:34:45. Republished by Blog Post Promoter