Reseña: El Principito
“Yo leí como cinco veces el libro y aún así no le entendí”, frases como esa son las que escuché sobre la historia creada por Antoine de Saint-Exupery. Debo admitir que yo mismo tardé en encontrarle sentido y gusto al libro de El Principito, tardé como creo que muchos lo hicieron en descubrir la magistral obra que se nos presentaba en ese relato profundo y lleno de enseñanzas, disfrazado de cuento infantil.
Cuando supe que el director de Kung Fu Panda llevaría al cine una nueva adaptación de este libro, debo decir que supe desde el principio que se trataría de una buena película; eventualmente al ver los avances y posters, mis expectativas crecieron aún más. Yo estaba seguro de que iría a ver una cinta que la crítica adoraría, la posible rival a vencer en los premios Oscar… pero, ¿Qué pasaría si no estábamos ante una película hecha para todo público?
Yo no creo que El Principito sea un libro para toda clase de lectores, y aunque a mí me encanta, entiendo a la gente que dice que no gusta de él. Una parte de mi temía que esta película fuera de cine demasiado “artístico” y aunque visualmente fuera maravillosa, como cinta nos dejaría a más de uno con cara de estupefacción. Y es que, estábamos ante la opción de hacer una obra calcada del libro, con un alto contenido de calidad pero exclusiva para los “pensantes”; o por otro lado, tendríamos una versión adaptada que rompería con el material original y en su intento por abrirlo a un sector más amplio perdería su esencia. Que grata fue mi sorpresa al entrar a esa sala de cine y encontrarme con un producto que mantenía un gran equilibrio entre ambas opciones.
Y es que El Principito no solo nos narra la historia que muchos conocemos, sino que además nos da la opción de aterrizarla en una historia más de la vida real. La historia no cuenta sobre una niña que vive en la monotonía y la estricta tutela de una madre que solo quiere ver la perfección en ella al grado de planear cada minuto de su vida (literalmente). Un día y poco después de mudarse, la niña conoce a un excéntrico anciano que dice ser un aviador; así es, se trata del mismo aviador que según el relato, tuvo contacto con el principito tiempo atrás al quedar atrapado en el desierto del Sahara.
Esta niña y su nuevo amigo nos ayudarán a descubrir la importancia de crecer y madurar, pero a la vez seguir siendo niños que miran al mundo con ojos de alegría, esperanza e ilusión. La cinta es hermosa no solo en su narrativa, sino en el trabajo artístico. La animación es fabulosa y resalta la combinación del 2D, 3Dy stop motion empleado en ella, definitivamente una película que todo animador debe ver.
Ciertamente hay elementos del libro que no se cuentan, partes que fueron cortadas para darle mayor fluidez quizá, pero eso sí, las partes centrales están ahí, y son perfectamente entendibles. Si son conocedores del libro las reconocerán de inmediato y no necesitarán más para sentirse satisfechos; si nunca han leído el libro, entenderán la historia de forma general y quizá esto despierte su interés por el relato completo.
¿Es tan madura como para que los amantes del libro la quieran?, claro que si. ¿Es aburrida o confusa para los que no conocen el libro?, no lo creo. ¿Los niños la disfrutarán?, definitivamente. Debo mencionar que es de esas películas que hay que ponerles atención, ya que si se distraen en una parte si podrían necesitar que se les explicaran algunas cosas, pero eso no significa que sea una película muy compleja ni lenta.
En conclusión, El Principito es una de las obras más grandes de la animación de este año. Antes mencioné mí creencia a que Intensa Mente será la gran ganadora del Academy Award… aún lo creo, pero ya no estoy tan seguro; cuando salí de esa sala supe que aquí tenía a un digno contrincante a quien será difícil derrotar, un contrincante que seguramente pasé por alto en la lista de las pre-seleccionadas, y es que, es de esas películas que sería imperdonable que no estuvieran al menos en la terna.
https://www.youtube.com/watch?v=ptve5e5IreY